La Iglesia es el pueblo de Dios y el Cuerpo de Cristo, animada por la fuerza del Espíritu. Su vocación es anunciar a aquel
que la llamó de las tinieblas a su luz admirable, para proclamar sus maravillas. Está destinada a constituirse signo de salvación
para que el mundo crea y alcance la alegría de la fe. Está al servicio de la salvación universal. La Iglesia tiene, por lo
tanto, la misión de servir a su Señor, servirlo y anunciarlo por todos los pueblos.
¿Qué es la Liturgia?
La palabra Liturgia viene de griego: 1) LEITOS= público, y ERGAZOMAI= actuar, 2) LAOS= pueblo, y ERGON= obra. Es decir, acción
en relación con el pueblo, o bien, función, servicio público.
Dicho de otro modo, es el culto público rendido por la sociedad de los fieles, es decir la Iglesia, a su jefe Jesucristo,
y al Padre Eterno. Este culto se da en dos direcciones, pues al elevar nuestra adoración y alabanzas a Dios, Él nos bendice
y nos da su gracia.
¿Cuáles son esos actos públicos que conocemos como Liturgia?
Entre los actos de culto público que la comunidad cristiana lleva a cabo, podemos encontrar las oraciones, los novenarios,
el vía crucis, las misiones, alabanzas... Pero estos sólo son parte de los diferentes actos litúrgicos:
a) Sacramentos: De entre los cuales el que mayor significado tiene para nosotros es la Eucaristía. Son los mayores actos
de todo cristiano, pues lo hacen parte de la comunidad y lo acogen como hijo de Dios.
b) Sacramentales: Se trata de la bendición de personas o cosas.
c) Liturgia de las horas: Consiste en un conjunto de oraciones que todo cristiano debe conocer en sus ejercicios espirituales,
como el laudes y las vísperas.
d) Actos de devoción: que se refiere a los ejercicios espirituales que podemos practicar, como la exposición del Santísimo
Sacramento, las devociones a María, rezar el rosario, etc.
Importancia de la Liturgia
La Liturgia debe inspira, impulsar y alimentar la fe y la vida cristiana. Así se comprende que ninguna actividad pastoral
es auténtica si no emana de la liturgia o conduce a ella.
Antes era vista como un elemento secundario y como parte de un culto bello en medio de ambientes arquitectónicos bellos.
Algo interesante, pero secundario. Ahora ha pasado a ser un elemento céntrico, y se considera a la Liturgia como el ejercicio
del sacerdocio de Cristo. E ella los signos sensibles significan, y, cada uno a su manera, realiza la santificación del hombre,
y así, el Cuerpo místico de Cristo, es decir, la cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro.
La Liturgia no es algo que pueda quedarse en el simple razonamiento, sino que tiene que ir haciéndose vida y verdad en
la práctica, pues si la Liturgia es manantial y cumbre de la actividad de la Iglesia, tiene que serlo para cada realización
concreta de la misma; es decir, para cada comunidad o grupo y para cada miembro de esta comunidad; para cada diócesis, para
cada parroquia, para cada una de las comunidades cristianas, para cada cristiano.
Entonces, la Liturgia es fuente y cumbre de la acción de la Iglesia, por lo tanto no es un paréntesis de la vida eclesial
ni puede desvincularse de la actividad pastoral de la Iglesia.
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